Por segunda semana consecutiva, debemos empezar este resumen en Brasil. ¿Por qué? Porque el presidente de ese país, Lula da Silva, lanzó un duro ataque contra Israel por su ofensiva militar en Gaza, respuesta a los ataques del grupo palestino Hamás que dejaron más de 1.200 israelíes muertos el pasado mes de octubre. Muchos países y gobernantes de la región han criticado a Israel por esta ofensiva, reclamando “moderación” o “proporcionalidad”, algo fácil a la distancia y cuando no es tu gente a la que masacraron de la forma que ocurrió en Israel. Pero, entonces ¿por qué ha generado tanto ruido lo de Lula? ¿Por qué ambos países parecen al borde de un quiebre diplomático?
Porque Lula usó la palabra prohibida. Según el mandatario brasileño, “lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio”. Y que lo que sucede hoy en Gaza no había ocurrido antes, salvo “cuando Hitler decidió matar a los judíos”. Usted puede criticar y discutir con dirigentes israelíes todo lo que guste. Pero asociarlos a Hitler o banalizar el holocausto, es una línea roja de la que es difícil volver.
¿Por qué me importa? Eso se podría preguntar un ciudadano hoy en Lima, Santiago o Tegucigalpa, que no sigue demasiado las noticias. La respuesta es múltiple. Por un lado, en este mundo interconectado de hoy, que lo que pasa en Medio Oriente, rápidamente puede impactar en el comercio, o en el transporte mundial. Fíjese sin más lo que ha pasado en el Mar Rojo, donde los rebeldes houthíes de Yemen, atacan a barcos mercantes internacionales en supuesta solidaridad con los palestinos. Si el máiz o la soja que un latinaomericano exporta vale un poco menos, o ese TV o computador que viene de China, cuesta un poco más, ahí tiene la causa. Pero hay una segunda razón.
Lula es el padrino político de la izquierda latinoamericana, y ha pretendido siempre ser la voz del continente en la mesa global de discusión de los temas. Esta salida de tono del presidente de Brasil, potenciará los discursos ya bastante anti israelíes de gente como Gustavo Petro o Gabriel Boric. Pero, además, nos alinea a nivel global con los países que Estados Unidos considera poco confiables. Algo que mencionó el secretario de Estado, Anthony Blinken, durante la reciente cumbre del G20 que tuvo lugar, justamente en Brasil.
La voz local. Más allá de nuestros comentarios, fuimos a buscar la voz del experto local, y consultamos al amigo Magno Karl, del centro de estudios Livres de Brasil, sobre el impacto de estas declaraciones de Lula, que incluso han llevado a que se pida un juicio político al mandatario. “Las declaraciones de Lula tuvieron un mal impacto en la opinión pública brasileña, incluso en los círculos donde habitualmente se encuentran partidarios del presidente”. “Desde su regreso al poder, Lula se ha caracterizado por declaraciones desafortunadas, como cuando afirmó que el dictador venezolano Nicolás Maduro es un demócrata, víctima de las narrativas de sus oponentes”.
Según Magno, “Lula ha buscado proyectarse como líder del Sur Global, pero sólo ha logrado hacer propaganda al mundo de su distanciamiento de las democracias occidentales y su alineamiento, al menos en el terreno del discurso, con regímenes autoritarios, como el ruso y el chino”. Como apostilla final, durante una conferencia de prensa, tras sus polémicas declaraciones sobre Israel, Lula fue consultado por la ola de represión desatada en Venezuela por Nicolás Maduro, ante lo cual su respuesta fue que “no tengo todavía información suficiente al respecto como para opinar”.
Foto: Lula da Silva y su esposa, frente a la esfinge de Giza, cuenta oficial de Twitter de Lula da Silva |
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