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Difícil imaginar un momento más importante en la historia reciente de Venezuela. Es que las elecciones de este domingo pueden significar un cambio radical en la política de este país, que vive desde hace más de dos décadas bajo un regimen autoritario, que ha minado todas las instituciones democráticas, y sumido a la población en la miseria más absoluta, forzando al exilio económico a más de 8 millones de personas. Eso, nunca está de más recordarlo, en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo.
Si bien muy poca gente esperaba que estas elecciones ofrecieran una chance real de alternancia, el ánimo local ha cambiado radicalmente en los últimos meses. La firmeza de la líder opositora, María Corina Machado, tolerando todo tipo de provocaciones y presiones, sumado a la inocultable frustración de la sociedad ante el desastre impuesto por Chávez y Maduro, alientan la posibilidad real de un cambio de régimen. Todas las encuestas otorgan ventajas de hasta 30 y 40 puntos al opositor Edmundo González, los principales dirigentes de la izquierda regional parecen haber quitado su protección a Maduro, y hasta el hombre fuerte del poder militar, Vladimir Padrino, parece haber sugerido que se respetará el resultado.
Pocas cosas ilustran mejor, y en menos tiempo, el fastidio de la población con Maduro que este posteo en Twitter. Y pocas cosas revelan mejor el clima que se vive hoy en Venezuela, que esta pieza escrita por el periodista Joaquín Sánchez Mariño, enviado del portal informativo INFOBAE.
De más está decir que una eventual derrota de Maduro tendrá un impacto que sonará en todos los países del continente. Primero, pondrá a prueba las credenciales democráticas de quienes han defendido ideológicamente al chavismo por décadas. Segundo, un derrumbe de Maduro pondrá en blanco sobre negro el impacto devastador del socialismo sobre un país. Y, por último, si llega a haber un cambio de gestión, es probable que salgan a luz documentos y evidencias de las relaciones corruptas del régimen venezolano con otros líderes de izquierda regionales.
Las preguntas que todos nos hacemos a esta altura son, ¿habrá un fraude electoral? ¿Aceptará Maduro una derrota? ¿Entregará el poder pacíficamente?
Si algo marca el tono diferencial de Mirada Sur, es el aporte de las “voces locales”, donde pedimos a figuras vinculadas a centros de estudios y la academia, que nos aporten su perspectiva de los hechos. Sobre Venezuela, hemos hablado en estos años con muchas personas, generalmente abusando del apoyo de gente como Rocío Guijarro o Sary Levy Carciente. Esta semana contactamos a don Trino Márquez, sociólogo y profesor universitario, para que nos explicara cómo se vive esta previa electoral en Venezuela.
“Mis expectativas para el domingo son muy favorables. Creo que al gobierno de Nicolás Maduro no le va a quedar ninguna otra opción que admitir la derrota. Primero porque todas las encuestas más serias del país señalan una amplísima ventaja entre Edmundo González Urrutia y Nicolás Maduro. La que menos le da es de alrededor de 25 puntos. Esto significa que Edmundo González estaría duplicando el número de votos que obtendría Maduro. Y esa es una diferencia tan amplia que es prácticamente imposible de desconocer. En segundo lugar, creo que las encuestas que realizan las empresas están siendo respaldadas por los actos de masa tan multitudinarios que están registrándose a lo largo de todo el país. Ayer acaba de haber una concentración apoteósica en Maracaibo, que es la segunda ciudad más importante del país. Y esto contrasta abiertamente con la precariedad de las concentraciones y marchas convocadas por el oficialismo. En tercer lugar, el marco internacional se ha venido cuadrando a favor de un cambio en el país. Entonces, para desconocer esos resultados, dar un zarpazo o promover un autogolpe, Maduro no cuenta con apoyo internacional. Las declaraciones de Lula hace dos días y luego de Alberto Fernández, de Gabriel Boric, además de los diputados de la Unión Europea, todo indica que Maduro quedaría totalmente aislado si decidiera desconocer la victoria opositora”.
“Yo agregaría un elemento más sobre el cual no tengo mayor información, pero por los datos que estoy viendo es que, dentro del propio gobierno, hay sectores que están planteando la necesidad de reconocer los resultados electorales en el caso de que pierda Nicolás Maduro y no intentar ninguna maniobra. Entonces, creo que el domingo en la noche, van a tener que anunciar al filo de la madrugada probablemente que la oposición ganó porque no creo que cuenten ni con el apoyo sólido del PCV o del madurismo. Bueno, sin embargo, claro, debo admitir que existe la posibilidad de un desconocimiento, de un zarpazo, pero creo que, en el mundo de las probabilidades, esta es una probabilidad muy pequeña, muy reducida”.
México ha vivido una semana convulsionada por casos policiales. El más reciente e impactante, ha sido la captura de uno de los capos máximos del Cártel de Sinaloa, Ismael Mario Zambada García, más conocido como “El Mayo”, que fue arrestado en condiciones no demasiado claras junto a un hijo de su viejo socio “El Chapo” Guzmán, Joaquín. Los detalles de la captura todavía son opacos, pero se sabe que ambos habrían sido enviados a Estados Unidos donde enfrentan múltiples cargos “por liderar operaciones criminales, incluidas redes de fabricación y tráfico de fentanilo”. En próximos días profundizaremos en esto.
Pero también esta semana, el comisario Milton Morales Figueroa, uno de los principales actores en la lucha contra el crimen en Ciudad de México, fue asesinado. Una ráfaga de balas terminó con su vida a los 40 años, alcanzándolo mientras caminaba a comprar el almuerzo a plena luz del día.
Morales dirigía la Unidad de Estrategia, Táctica y Operaciones Especiales de la capital del país, mediante la cual se logró reducir las tasas de homicidio, secuestro y robo durante los últimos seis años. Su trayectoria se destaca por las numerosas operaciones de alto impacto contra el narcotráfico y la delincuencia organizada que le tocó encabezar. Entre ellas el desmantelamiento de una célula del Cártel de Sinaloa que operaba en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Trasfondo. El comisario asesinado era hombre de confianza de Omar García Harfuch, ex titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina y mano derecha de Claudia Sheinbaum en materia de seguridad. En 2020, Harfuch fue víctima de un atentado en el que resultó herido y dos de sus escoltas murieron.
El periodista especializado en temas de seguridad, Antonio Nieto, dijo que el asesinato de Morales podría tratarse de una advertencia dirigida a Omar García Harfuch, luego que la presidenta electa lo anunciara como el próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.
La voz local. Para conocer cómo se vive esta situación en México, recurrimos al amigo José Torra, del centro de estudios Caminos de Libertad, que desde la capital azteca nos dijo que el asesinato “Es un hecho gravísimo porque te habla primero del total grado de inseguridad al que se ha llegado. Yo ya diría que nos acercamos a niveles de Colombia a finales de los 80. Esto ya es básicamente terrorismo, están matando una figura importante que, además, tenía nexos muy cercanos con Omar García Harfuch, el próximo Secretario de Seguridad Pública. Se puede ver que es como que le están mandando un mensajito. Creo que esto, más que venganza, es una advertencia al próximo gobierno en el estilo de las mafias acá.”
Las noticias que vienen de Chile están crecientemente dominadas por los temas criminales y policiales. Algo que sorprende a quienes leen esta información desde otros países de la región, que históricamente han envidiado a los chilenos su relativa estabilidad social y bun manejo del tema seguridad. Aunque episodios como el llamado “estallido social” de hace unos años, dejan entrever que hay algo de fondo allí que parece estar latente, al borde de la crisis.
Pero una reciente nota en el sitio en español de la BBC ponía el tema de nuevo en agenda. El mismo hablaba de una seguidilla de asesinatos múltiples, y del “recrudecimiento” del crimen organizado en Chile. Los casos son realmente llamativos. En uno, cuatro jóvenes de apenas entre 13 y 16 años murieron acribillados a la salida de un cumpleaños en un barrio al norte de la capital, Santiago. En el segundo, fueron cinco los muertos, todos extranjeros, también en una fiesta en una zona conocida como Lampa, cerca de la capital. Estos dos casos en apenas una semana contrastan con la imagen que se suele tener de Chile.
El presidente de izquierda Gabriel Boric, a quien muchos acusan de haber tenido una visión negativa de la policía y las fuerzas del orden antes de asumir, ha debido endurecer el tono ante la creciente alarma social por el tema delictivo. “Quiero ser muy claro en que desde el Estado de Chile no vamos a permitir que el crimen organizado nos gane la batalla”. La oposición, por su parte, ha reclamado la renuncia de la ministra de Interior, Carolina Tohá.
Voz local. Pero para tener una mirada local del tema, contactamos a la periodista Paula Schmidt, que nos decía lo siguiente: “El tema de seguridad tiene varios componentes. Se siente en algunas partes de Santiago más que en otras. Como siempre pasa, los barrios que están más desprotegidos son los barrios más pobres, en donde conviven con lo que es la pobreza, la droga, el narcotráfico, que ha subido muchísimo. Tenemos crimen organizado, cosa que antes no teníamos. Bandas, la mayoría compuesta por venezolanos, por colombianos y por peruanos”.
Y … ¿a qué se debe esto? Según Paula, “la laxitud en la entrada, en los requisitos de entrada y de estadía en Chile, sobre todo a partir del gobierno de Bachelet, con una política migratoria muy antigua y no acorde a la realidad. La laxitud en eso, la incapacidad también y la poca tecnología para resguardar la frontera. Así que son varios componentes a la vez que han hecho que además la sensación de inseguridad haya subido muchísimo. Las cifras han subido, pero no tanto, pero sí la violencia en la forma de cometer estos crímenes y también el crimen organizado”.
Sobre la respuesta del gobierno, Paula nos decía que “la izquierda tiende a desconocer el tema de seguridad, a verlo desde un punto de vista paternalista. Así que también las medidas han sido más bien reactivas y en un gobierno que es muy descoordinado”. “Es lamentable porque tiene un impacto no solamente a nivel social, sino que también a nivel económico para lo que es la imagen país”.
El indignómetro del mundo políticamente correcto estalló. Y fue por una canción. Todo comenzó cuando Enzo Fernández, futbolista de la selección argentina y del Chelsea de Inglaterra, tras la victoria de su país en la reciente Copa América, apareció en redes sociales entonando un polémico cántico de barra brava.
Escuchen / corran la bola
Una canción compuesta por hinchas argentinos luego de que la Albiceleste le ganara a Francia en la final del mundial de Qatar 2022, que posee un alto contenido de sarcasmo e ironía rioplatenses. También, dijeron, de racismo y xenofobia.
Juegan en Francia / Pero son todos de Angola /
Y claro, de homofobia, como tantas otras del cancionero futbolístico sudamericano.
Qué lindo es / Van a correr / Son cometravas / Como el puto de Mbappé
El video de Fernández se hizo viral y desató un huracán de opiniones encendidas de un lado y otro del Atlántico. Francia se ofendió. Inglaterra se indignó. La FIFA amenazó con sanciones. Y la prensa no escatimó en términos como “repudiable”, “inaceptable”, “vergonzoso” para titular sus notas sobre el tema.
La vicepresidenta argentina Victoria Villarruel, defendió a sus jugadores y se despachó con declaraciones que tensaron las relaciones con Francia. “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir”.
Su vieja es nigeriana / Su viejo, camerunés / Pero en el documento / Nacionalidad: francés
Al mismo tiempo, un alto jerarca del gobierno de Milei se manifestó en la línea de la indignación europea y fue removido inmediatamente de su cargo. Mientras, Enzo Fernández se encuentra en el paredón, recibiendo una lluvia de balas desde todas partes mientras espera una sanción de la liga inglesa que lo puede dejar fuera de las canchas por hasta dos años.
Y todo, por una canción de estadio.
Trasfondo. La letra de la canción que generó tanto alboroto resalta el hecho de que los jugadores de Les Blues son en su mayoría de origen o descendencia extranjera. Y sugiere que, sin dicho aporte futbolístico, Francia no sería una selección tan competitiva como lo es. Sin embargo, por tratarse de africanos, muchas sensibilidades sacaron el foco del terreno futbolístico y apuntaron al racismo y la xenofobia. No obstante, la polémica sobre si una selección deportiva es genuina o no genuina por contar con representantes de un solo país o de varios, seguirá generando discusiones acaloradas.
El jerarca argentino removido de su cargo es Julio Garro, viceministro de la cartera de Deportes. Y el motivo por el cual el gobierno lo cesó fue que el funcionario dijo públicamente que le iba a pedir a Lionel Messi que se disculpara con Francia en nombre de todo el seleccionado. Horas más tarde, la Oficina del Presidente Milei anunció la remoción de Garro y sostuvo que “Ningún gobierno puede decirle qué comentar, qué pensar o qué hacer a la Selección Argentina ni a ningún otro ciudadano”.
En cuanto a Enzo Fernández, el jugador se mostró arrepentido por haber cantado la canción y pidió perdón: “Estoy en contra de la discriminación en todas sus formas y pido disculpas por dejarme llevar por la euforia de nuestras celebraciones de la Copa América. Ese video, ese momento, esas palabras no reflejan mis creencias ni mi carácter”. Su equipo, el Chelsea, declaró que “considera completamente inaceptable cualquier forma de comportamiento discriminatorio” y puso en marcha un procedimiento disciplinario interno que puede derivar incluso en la expulsión de Fernández.
Newsletter publicado originalmente en Mirada Sur
Martín Aguirre, Director
Rodrigo Caballero, Editor